Hace unos días elegí pasar una tarde solitaria y maratoniana de “Anatomía de Grey”. Fue uno de esos días lluviosos, en los que mientras ves a través de la ventana piensas “qué bien se está aquí dentro”, convirtiendo nuestro hogar en un bunker protector de todo mal. A veces me gusta tener días así. Enfundada en mi pijama azul preferido, sustituyendo la espuma y la gomina por una cinta que esconde la rebeldía de mi pelo ,descalza, descuidada, casi en el límite del abandono personal, me siento más libre que nunca. Rebusco en la cocina restos de una tableta de Nestlé con almendras y cojo el tubo de leche condensada de la nevera. Pongo música a un volumen razonablemente alto y elijo una variedad de canciones mientras acondiciono mi cuarto para la “sesión Maryann”. No me olvido de traer las galletas de chocolate que me regaló mi padre y no puedo evitar acordarme de mis amigas y de las anécdotas vividas por conseguir una sola de esas galletas. El Bsplayer ha elegido aleatoriamente mis canciones, y suena “Cuando tú no estás” de Olga Tañón, mientras voy al salón a por una manta…Veo mi reflejo en el espejo tintado que ocupa toda la pared y no puedo evitar reírme de mi aspecto. Y tras la sonrisa, me encuentro bailando ese reaggeton que me transporta al verano de 2006. “Hace tiempo que no bailas eh?”, pienso con cada torpe movimiento de cadera. Escucho a Carlos Baute de fondo con su corazón colgado en manos de Marta Sanchez y corro descalza a bajar el volumen del ordenador, para poder contestar al móvil, y me paso 30 minutos con él en la mano. Y es que esa es mi mayor adicción: hablar. Cuelgo y subo nuevamente el volumen de la música…y me lleno de nostalgia con el estribillo que suena: “quién diría…que daría mi vida por ti…no me dejes así” y otra vez es Olga Tañón la me transporta a un Saxo gris, a un viaje largo por carretera, en medio de secretos, risas, resaca y con la misma canción sonando una y otra vez. Regreso a donde estaba y me decido a peparar un buen batido de “Toddy”, con leche fría. Añado más cucharadas de las que debiera, porque el chocolate es mi otra adicción. Soy consciente de que esa lata de Toddy lleva 1 año caducada, justo desde que me la trajeron mis primos de Venezuela. Sin embargo, eso no parece importarme. Apago la licuadora y ahora es David Bisbal y Elena Gadel quienes me transportan a Tenerife. Me debato entre los buenos recuerdos de aquel viaje y la estupidez de cuando quise dedicar a alguien, en secreto, esa parte que más me gusta de la canción: “Cuéntale, que me amaste a mi primero, que ese amor es pasajero y no será suyo jamás…” Y otra vez suena mi móvil, haciéndome volver a la realidad. En mi interior sonrío sintiéndome afortunada porque estar sola es mi elección ese día. No llego a tiempo de descolgar. Mientras me obligo a devolver la llamada más tarde , canta La quinta estación en mi ordenador y me identifico sin saber por qué con el estribillo: “Hoy los buenos recuerdos, se caen por las escaleras…y tras varios tekilas, las nubes se van pero el sol no regresa”. Y entonces me pongo a cantar hasta quedarme afónica, recordando que esa canción sirvió de inspiración para aquella historia que escribí un día en Cangas. Por fin está todo preparado en mi cuarto: la comida, el batido, la manta de cuadros naranja para taparme y acurrucarme en mi cama… Apago la música cuando termina la canción y le doy al play para ver el capítulo 11 y 12 de la quinta temporada de Anatomía de Grey.. Y de repente… me olvido de todo, absolutamente de todo. Me olvido de quién soy, de dónde estoy. Me olvido de los recuerdos que me acechaban hace sólo unos minutos. Me olvido de que aun no me duché, de que estoy comiendo porquerías. Me olvido de que fuera el cielo llora en la oscuridad. Me olvido de quién se acordó de mí. Me olvido de que el batido estaba caducado y lo saboreo con gusto. De repente..no soy yo…soy un alma que vigila al personaje de Izzie Stevens dentro de la serie que veo en el ordenador. Y, sin darme cuenta, me convierto en Izzie, y recuerdo con ella el día que murió su prometido mientras elegía qué vestido ponerse para él. Estoy dentro de Izzie . Me meto dentro de su cuerpo…y siento lo que ella siente cuando, después de un año de morir Denny, éste aparece un día frente a ella. Y no sé si reír porque Denny está otra vez allí, o llorar porque se supone que está muerto. Soy Izzie cuando Denny la acaricia, la besa y le dice una sencilla frase: “ESTOY AQUÍ POR TI, IZZIE STEVENS”.Y sigo siendo Izzie mientras sonríe por ver a su amado, por oírlo una vez más. Noto su miedo cuando se obliga a pensar que él no puede estar ahí, que está muerto…Y escucho con Izzie cómo Denny le dice “te quiero” y cómo le repite: “Soy real, Izzie…y ESTOY AQUÍ POR TI”. ¿qué significaban aquellas palabras?... Ya no soy Maryann, hace 50 minutos que dejé de serlo para ser Izzie Stevens, para sentir la falsa felicidad de Izzie por “recuperar” al amor de su vida. Soy Izzie mientras “vive” la historia de amor que nunca pudo vivir con Denny, mientras juega, ama,ríe y sueña. Soy Izzie cuando concentra toda su vida, toda su existencia y todas su ilusiones, en CREER…en creer que Denny es real. Y me cuesta ser Izzie cuando, un día, descubre el verdadero significado de las palabras de Denny: ESTABA AHÍ POR ELLA…no porque existiera realmente…sino porque ella quería que existiera…quería que siguiera vivo….y en verdad, seguía estándolo..pero sólo dentro de su cabeza. Y me alegro de haberme acordado de traer pañuelos, porque lloro con Izzie al comprobar que era todo un espejismo. Lloré con ella cuando supo que todo era producto de algo extraño que empezaba a crecer en su cerebro. Denny seguía muerto. Era ella quien estaba enferma…y todo lo que estaba “viviendo”, su amor...su caricias…su ilusión..había sido falso…todo un mundo de sentimientos dentro de su imaginación…todo ESTABA AHÍ POR ELLA..porque ella lo deseaba.
Y así acabó el capítulo 12 de Anatomía de Grey…y me costó varios minutos volver a la realidad de mi cuarto. Puse otra vez la música mientras volvía a ser Maryann y, quien sabe por qué motivos del destino, Carlos Goñi me dedicó la frase que más me gusta de su último single: “Y es que no tengo remedio…da igual si te veo…Tu ausencia me asusta…y si estás tengo miedo…” …Y entonces, ya siendo Maryann otra vez…me sentí todavía un poco Izzie y me pregunté…¿Será real todo lo que veo, todo lo que oigo…todo lo que siento…o existe sólo porque yo quiero que exista?....entonces.. todo lo que tengo… “ESTÁ AQUÍ POR MÍ? …o está aquí porque, sencillamente, es aquí donde debería estar…donde siempre tuvo que estar… …Y es que no tengo remedio...siempre pregunto....lo que nadie puede contestar...

1 Comment:

  1. Ali said...
    Jo, cuantas historias vivimos con Anatomía, cuántos momentos nos han puesto los pelos de punta y cuántas lágrimas han aflorado de nuestros ojos.... Jo, es que si tuviera que escoger uno no sabría cuál eslegir.... ya lo sé, sin duda.... Izzi y Denny se cruzan en el pasillo, ella lo siente y él también a pesar de estar muerto. El mundo se para en ese momento.... su mundo. Estás de acuerdo con el momento que he elegido???? AUnque bueno, ahora avs asuper adelantada y tendrás miles más....

    Por cierto, ese día me quedé esperando tu llamada, siento que no llegaras a tiempo contestarla, ni te imaginas todo lo que tenía que decirte.... bueno, sí que lo imaginas perdectamente. Es lo mismo de siempre, lo de siempre.
    1 besito

Post a Comment



ES LO QUE SOY | Template by - Abdul Munir - 2008