HADA MADRINA....

Te adoro desde el primer día que te vi, con esos ricitos tan perfectos y esos ojitos tan enormes…
Adoro tu sonrisa traviesa, tu voz tan perfecta y esa manera que tienes de cruzar los brazos cuando te enfadas…
Adoro tus cuentos inventados y esa manera que sólo tú y yo tenemos de lavarnos las manos cuando estamos juntas….

 Hoy me pediste que no llorara mientras te sostenía en mis brazos…me diste el beso con cosquillas más grande del mundo y moviste tu manita mientras te alejabas con tu mochila de Hello Kity….
 Me sequé las lágrimas que se empeñaban en salir y de repente te vi corriendo hacia mí para darme un último abrazo…Te empeñabas en hacerme reír para que dejara de llorar, como si tú fueras la adulta y yo la niña de 4 años…Te abracé más fuerte que nunca y te susurré ”no te olvides de la Luna”….Me sonreíste asintiendo: “es nuestro secreto”….
Lo recordarás?...Ayer te enseñé la luna y mientras inventaba esas historias que tanto te gustan, te aseguré que ahí estaría yo cada vez que la vieras desde tu ventana…
Me preguntaste con tu vocecita vacilante cómo iba a llegar tan alto si yo no podía volar…Y te conté que nadie en todo el planeta lo sabía, pero que, en verdad, yo era tu Hada Madrina..y podía llegar a donde quisiera sólo para cumplir tus deseos…
Me miraste frunciendo el ceño y me preguntaste si era broma lo que te contaba. Prometí que no lo era...que siempre estaría allá arriba sólo para ti…y te enseñé la estrellita que más brillaba, esa que siempre queda al lado de la luna y me recordaste que hasta ahí me querías tú…
Me preguntaste por mi varita mágica, y te aseguré que no me hacía falta…y créeme que en eso puede que te haya mentido; sólo en eso, porque creo que hoy necesito esa varita más que nunca….
Y esta mañana te fuiste otra vez, como hace un año…y a través de un frío cristal nos dedicamos a hacernos muecas mientras mis lágrimas se amotinaban sin razón…Levanté una pierna imitando los ejercicios que me pediste que hiciera esta noche…y tu carcajada iluminó todo el aeropuerto…

Te diste la vuelta…me enviaste unos besos voladores…y ahí me quedé yo, con un pañuelo en mi mano y mirando a un cristal en lo alto en el que ya no apareciste más…
Y me vine recordando tu cuerpecito acurrucado en mi espalda mientras me pedías que te contara otra vez el cuento del sapo que se convertía en monstruo…
Me reí reviviendo tus volteretas de ayer, tus carcajadas mientras te inventaba historias de sapos y culebras y tu manera tan espontánea de decirme en el peor momento , que estaba enamorada…
Y ahora estoy aquí…pensando en cómo me las voy a arreglar para subir a la luna cada vez que tú quieras verme desde tan lejos…
...pero créeme princesa…tu Hada Madrina nunca miente…y con todo lo que te quiero será suficiente para encontrar esa varita mágica que me haga volar hasta allí para ti...

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