"...Para comprender la dimensión de la cultura religiosa africana es imprescindible conocer dos conceptos fundamentales en la concepción del mas alla africano: el SASA y el ZAMADI. En la mayoría de las tres mil tribus existentes en Africa, el concepto del tiempo, crucial en la filosofía africana, no transcurre del presente al futuro, sino del presente hacia el pasado, porque el futuro aun no existe.El hombre, tras la muerte, evoluciona como "muerto vivo" en el Sasa (pasado inmediato). Mientras su nombre sea recordado por algún conocido continuará viviendo en el Sasa y como tal podrá manifestarse a sus seres queridos. Al cabo de los años, a medida que desaparezcan sus familiares y amigos, ese hombre (su recuerdo) va diluyendose en el Sasa hasta desparacerer en el Zamadi (pasado remoto), momento en que muere definitivamente. En el Zamadi sólo perviven los dioses, los héroes nacionales y los antepasados que han hecho cosas notables por las que su nombre es transmitido de generación en generación. ¿Puede concebirse algo más lógico y razonable? No cabe duda de que un ser querido sigue viviendo en las memorias quienes le sobrevivimos. Y si ese difunto, además, ha hecho grandes cosas por sus semejantes, no cabe duda de que su nombre y su obra perdurarán en nuestra memoria y en la de nuestros descendientes. Su recuerdo, su espíritu, vivirán para siempre..."

"...Al salir del centro de salud ocurrió algo que se me quedó grabado para siempre en la memoria. En medio del camino nos cruzamos con un matrimonio con sus dos hijas, evidentemente enfermas. Nos interesamos por su caso y nos informaron de que ambas niñas padecían malaria. Me impresionó especialmente la más pequeña. Su nombre era Chiwondi. No creo que tuviese más de un año de edad. Desgradaciadamente el único medicamento que sus padres habían podido conseguir para combatir la malaria eran...aspirinas. Y con una resignación espartana nos informaron de que sabían que no podría sobrevivir más que unos días. No era el primer hijo que les robaba la enfermedad. De hecho estoy seguro de que falleció mucho antes de que yo abandonase el país.Me miró a los ojos. Y en esa mirada me hizo comprender la locura absurda y despiadada del mundo en el que vivimos. Lo infecto de los valores que definen la sociedad occidental, donde gastamos millones de euros, no ya en los pornograficos presupuestos armamentísticos, sino en los obscenos contratos de los futbolistas de élite, en programas de televisión ridiculos, en pasarelas de moda patéticas, en concursos musicales infames, en producciones cinematográficas ilógicas, en monumentos arquitectónicos irracionales, en la construcción de catedrales inadmisibles...Gastamos fortunas inimaginables en cosas innecesarias solo para nutrir nuestros egos, o nuestro papanatismo occidental, mientras millones de Chiwondis dejan escapar la vida de sus ojos grandes y negros, antes de alcanzar su primer año de vida. Con el sueldo de un solo jugador de futbol de primera división, con el presupuesto de una sola superproducción de Hollywood, con el precio de un único caza de combate, con los beneficios de un sólo concursante de un programa basura y, lo que es peor, con el coste de una sola catedral, mezquita, sinagoga u opulento monasterio budista, los investigadores que luchan contra la malaria, o el cáncer, o el sida, estarían un paso más cerca, o mil, de salvar la vida de Chiwondi. Pero nosotros preferimos mirar a otro lado. O la tele.Mientras no sea un San Patarroyo, por ejemplo, quien ascienda a los altares, continuaré manteniendo mi opinión de que algo está mal en el mundo de la religión. En mi religión son los científicos, especialmente los médicos, y no los santos, quienes mejor pueden atender las plegarias de los hombres. Desgraciadamente a Chiwondi se le acabó el tiempo.Avergonzado, en representación de todos los que carecen de verguenza en mi mundo occidental, sólo se me ocurrió tomarle una fotografía. Una fotografía que mucho tiempo despues se convertiría en el símbolo de una organización humanitaria no gubernamental que, desde España, se ocuparía de enviar Ayuda a los Niños del Mundo ( ANIMUN ). De esta forma Chiwondi no sólo viviría en el Sasa mientras sus padres recordasen su nombre. Ahora mientras su imagen sea reproducida en cada proyecto de esa ONG, y mientras su nombre sea recordado, Chiwondi seguirá viviendo en el más alla. Y si su recuerdo sirve para azuzar la culpabilidad de los occidentales, que tanto podríamos hacer por evitar muertes tan absurdas como la suya, sin duda Chiwondi vivirá en el ZAMADI por toda la eternidad..."

2 Comments:

  1. Ali said...
    IMPRESIONANTE la entrada. Tú y sólo tú podías plasmar de forma tan impactante y hacerme arrepentir tan tajantemente de vivir en el mundo tan consumista en el que vivimos. Parece mentira todo lo que se puede hacer con algo tan insignificante para nosotros. Si lo paráramos a pensar y no fuésemos rtan egoístas, el mundo sería... mejor. Qué triste que se estén perdiendo vidas mientars nosotros pensamos que estrenar cada día; que la comida de hoy no nos gusta,....
    En fin, gracias por traer a Chiwondi a mi vida, y por demostrar a todo el mundo una vez más lo que yo ya sabía, que tienes un corazón enorme dispuesta a regalar cariño y todo aquello que puedas a tanta gente... Tenemos un sueño común Maryann, espero que algún día podamos irnos de esas vacaciones solidarias, o simplemente de voluntarias allá donde no snecesiten. En el 2010, que te parece??? Escoge país, yo escojo compañía aérea, vale???? sería una experiencia tan maravilloso que permanecería en el SASA y más allá, incluso en el ZAMANDI, nosotras nos encargaríamos de ello, verdad????
    1 besito enorme, eres un cielo, y sobre todo, una gran persona.
    Ali said...
    P.D:
    1ª persona del singular del SASA de indicativo: TE QUIERO MUCHO

    1ª persona del singular del ZAMANDI de indicativo:TE QUERRÉ SIEMPRE

Post a Comment



ES LO QUE SOY | Template by - Abdul Munir - 2008