Sabías que la vida es lo más frágil e impredecible q existe? Reboloteando por el mundo estaba yo hace unos días, regalando sonrisas, exigiendo miradas, ofreciendo una egoísta inocencia a quien se cruzaba en mi camino. Volaba libre como un pájaro, siguiendo mi ruta en soledad, pero sin perder nunca de vista a toda mi camada. Siempre dejando un rastro a mi paso…, a veces restos de mis ilusiones, otras trocitos de egoismo, vestigios de dulzura…huellas de malicia. Volaba siempre mirando hacia atrás y con miedo de mirar hacia delante. Estaba bailando el día q se rompió mi ala derecha. Estaba sonriendo, y soñando…Nunca me paré a pensar en lo que significaban las alas para mí. Mi vanidad me convenció de que mis alas siempre estarían intactas…de que yo era fuerte y no debía perder el tiempo más que en volar..y disfrutar de mi viaje. Mentía...ahora sé que mentía, y con ella mi soberbia al creer que siempre sería independiente y dueña de mis decisiones. Hoy mi ala está rota…y he tenido que hacer un aterrizaje de emergencia. Tuve tanto miedo cuando sentí que se rompía, y sentí tanto dolor… que seguramente dejé un rastro de temor mientras iba aterrizando. Me posé en el suelo para que alguien viniera a curarla. La vendaron con delicadeza y apagaron mi dolor, como yo hice tantas veces con otras alas rotas… Ahora soy exclava de los relojes. Y hoy mi banda sonora es un continuo Tic-Tac… Me senté y ahora estoy viendo pasar el tiempo por la ventana de mis ojos azules. Y me resulta tan complicado permanecer quieta aquí. Es doloroso saber que no puedo despegar mis pies de este suelo… cuando lo único que sueño es con volver a alzar mi vuelo… Ese día lloré por no ser capaz de volar…por no poder seguir el ritmo de los míos… Lloré por no lograr llegar hasta donde alguien quizá pueda necesitarme. Lloré por no ser capaz de escribir como antes, por no poder coger lo que ayer sujetaba con tanta facilidad, por no valer si quiera para abrigarme de la lluvia.Lloré porque mi ala estaba rota, porque temí quedarme sola. ¿Quién querría a su lado a alguien malherido?, quien querría volar conmigo si yo no podía hacerlo?. Y fue entonces cuando sentí que unas manos secaban mis lágrimas. Levanté la vista y pude ver cómo se posaban a mi lado cada uno de mis compañeros de viaje. Sonriendo me dijeron que ellos también harían un descanso, que se quedarían conmigo hasta que mi ala se curara. Sé que no bajaron todos los que esperaba para quedarse a mi lado. Algunos me enviaron mensajes de cariño.Otros hicieron una parada sólo para saludarme. Hay quienes se ofrecieron para subirme al cielo un minuto y también están los que siguieron su vuelo sin darse cuenta de que yo ya no volaba con ellos. Y qué más da, si hoy estoy aquí, con mis ángeles cuidándome..Y qué más da que el mundo siga volando a toda prisa… Mi ala se recuperará…y pronto podré volver a alzar el vuelo con los míos y alcanzar a los que hoy me dejaron atrás…Quizá entonces..esos que creyeron poder seguir sin mi compañía…se den cuenta como yo hoy…de que todos somos importantes y es que nunca llegaremos a comprender que quizá mañana echemos de menos lo que algún día echamos de más. Y entonces entendí que debo deshacerme de mi soberbia, y revestirme de más humildad. Descubrí que aunque mi ala hoy está rota…cuento con muchas alas más que me pueden ayudar a subir al cielo un ratito cuando esté cansada de estar aquí en el suelo. Y quien sabe lo que puedo encontrarme aquí abajo…si nunca bajé para verlo. Es mágico experimentar que estás volando, sentir cómo el aire roza tu piel, admirar el mundo desde las alturas y tener la sensación de que puedes llegar allá donde te propongas. Es, sencillamente, fascinante. Pero también lo es tocar el suelo con los pies. Notar las piedras mientras caminas, la humedad. Es maravilloso mirar hacia arriba para ver el cielo, y comprobar que es igual de hermoso como cuando volaba por él; pero mucho más grande, y cómo las nubes forman dibujos que antes no podía apreciar estando dentro de ellas. Estoy aquí abajo. Cambio de perspectiva, busco alternativas, disfruto de mi parada, me golpean sorpresas, aprendo lecciones, paseo bajo la lluvia y encuentro mi refugio. Camino esperando, sin perder mi sonrisa. No hago preguntas ni busco respuestas. Pido ayuda. Prometo amistad. Tropiezo con más alas rotas. Quiero curarlas. Olvido el recuerdo. Duermo sobre la hierba. Admiro el sol desde lejos. Las estrellas se vuelven pequeñitas y yo me hago más grande para los que antes me miraban desde abajo. A penas soy un puntito para los que vuelan alto. Ahora puedo correr. Siento mis pies; yo los guío. Sigo mi camino, pero sin perder de vista el horizonte y las alturas, porque cuando mi ala se recupere, cuando el reloj me anuncie que ha llegado la hora de desplegar mis alas otra vez…entonces…volveré a alzar el vuelo; subiré con los míos más allá de las estrellas y seguiré reboloteando como una niña en mi trocito de cielo. Y es que el día que mi ala se rompió comprendí una cosa; entendí que algo malo en la vida puede convertirse en los cimientos de algo realmente grandioso.

3 Comments:

  1. Ali said...
    No te preocupes por tu ala rota, que nunca te faltará alguien que te eche una mano o te espere hasta que te recuperes para seguir el camino junt@s. ánimo!!!! 1 besito
    M.s.A said...
    Me encanta tu texto, es increible!!
    los verdaderos amigos son aquellos angeles que se quedan a tu lado cuando tus alas se han cansado de volar...
    Unknown said...
    Una belleza de palabras hacen un mundo mejor y sobretodo llenas de bendición hermosa lección de vida ..

Post a Comment



ES LO QUE SOY | Template by - Abdul Munir - 2008